El pasado jueves 21 de abril se realizó la ceremonia que dio inicio a las actividades del Observatorio Migraciones y Movilidad Humana, alianza que busca el desplazamiento humano seguro, ordenado y regulado, donde se releve a la persona migrante como ciudadano legítimo de derecho.
Este espacio de reflexión e investigación es integrado por la Universidad de Santiago de Chile, a través de su Instituto de Estudios Avanzados (IDEA); el Servicio Jesuita a Migrantes; la Universidad Alberto Hurtado y la Universidad Arturo Prat.
Cuenta además con el patrocinio del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Embajada de Francia en Chile, en apoyo y sociedad con importantes organizaciones de la sociedad civil, dentro de ellas, la Coordinadora Nacional de Inmigrantes, la Asociación Venezolana en Chile (Asoven) e Infomigra.
En representación de nuestra Universidad, el rector Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid, señaló que la migración internacional es uno de los fenómenos sociales, económicos y geopolíticos que ha alcanzado gran relevancia y ha sido un foco de atención durante las primeras dos décadas del actual siglo.
Asimismo, la autoridad agregó que para la Usach –a través de la coordinación de la académica de nuestra Universidad, Daisy Margarit- es importante ser parte del Observatorio.
“Impactará en la vida de las personas migrantes y refugiadas, identificando sus percepciones mediante diagnósticos participativos que serán contrastados con la evidencia nacional e internacional. Esto permitirá la elaboración de minutas de política pública, columnas de opinión y otros productos comunicacionales tendientes a divulgar sus propios hallazgos”, aseguró el Dr. Zolezzi.
El rector comentó que de acuerdo con el informe 2021 de la Organización Internacional para las Migraciones OIM, en el mundo existen 172 millones de migrantes y que América Latina y el Caribe son las regiones que manifiestan la tasa más alta de crecimiento llegando a los 15 millones en la última década.
“En este escenario, Chile emerge como un importante país receptor de migración extranjera. La población migrante se ha quintuplicado en los últimos 10 años. Esta realidad es una oportunidad para nuestro país, no solo para revertir el proceso de crecimiento demográfico, sino que también permite abrir diálogos interculturales enriqueciendo la sociedad chilena en aspectos de desarrollo social y cultural”, aseguró la autoridad.
El reconocimiento y garantía de los derechos de los migrantes en el ejercicio pleno de la ciudadanía es un imperativo ético. “La Universidad de Santiago de Chile, como Universidad pública aportará desde la excelencia nuestra docencia e investigación al trabajo colaborativo y conjunto con el Observatorio de Políticas Migratorias para que migrantes, chilenos y chilenas compartan una misma sociedad, construyendo una sociedad más justa e igualitaria”, enfatizó.
Para la directora Nacional del Servicio Jesuita a Migrantes, Waleska Ureta, la creación del Observatorio corresponde a la necesidad de crear un espacio en el que se pueda dar un diálogo entre el conocimiento académico desarrollado en las universidades con las experiencias de las organizaciones migrantes, para levantar puentes comunes y horizontales para la construcción de un Chile inclusivo e intercultural.