Según información entregada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), actualmente en Chile la economía social representa un 2,4% (aproximadamente) de la fuerza de trabajo formal, cifra menor si la comparamos con otros países de la región, pero ¿por qué es importante fomentar y potenciar este tipo de economía? Debido a que promueve un modelo de producción en que el objetivo principal no es lucro, sino que la satisfacción de necesidades y la producción para el bienestar social.
Víctor Caro, director del Centro de Estudios del Futuro de la Universidad de Santiago de Chile, sostiene que “la economía social es una espacio institucional dentro del tercer sector de la economía: está la economía privada, la economía pública y el espacio de la economía social intersecta estos dos mundos y, a su vez, asocia al mundo de la sociedad civil en el desarrollo económico. Por tanto, el desafío que se impone la economía social es con valores humanos, con valores que respetan la naturaleza y con generar intercambios productivos que sean beneficiosos para el ser humano”.
En Chile hay empresas sin fines de lucro, empresas certificadas y economía comunitaria las que se rigen bajo el concepto de economía social. De acuerdo con cifras de la Cepal, existen cerca de 4.500 empresas sin fines de lucro, 1.500 cooperativas y, entre las empresas certificadas hay 200 empresas B aproximadamente, además de las organizaciones comunitarias que se dedican a activades económicas y productivas en beneficio de sus comunidades y asociados.
En este sentido, Mario Radrigán, profesor del Departamento de Gestión y Políticas Públicas de la Facultad de Administración y Economía de la Usach, señala que el sector de economía social y solidaria y de cooperativas a nivel nacional “es un sector de organizaciones y empresas bastante dinámico y con una presencia en todo el país, en las 16 regiones y en todas las comunas a través de distintas formas jurídicas y de organización, aunque muchas veces está invisible”.
Añade que de acuerdo a estudios, este sector hoy está representado por más de 236 mil organizaciones en Chile que reúnen a millones de socios y prestan servicios también a millones de personas para proveerles de bienes y servicios .
Uno de los desafíos que se ha impuesto la Universidad de Santiago de Chile es a contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, y la economía social y su Centro Internacional de Economía Social y Cooperativas (Ciescoop) contribuyen al propósito de fortalecer principios universales en las relaciones humanas, dentro de ellas las productivas y las comerciales.
En este contexto, Víctor Caro, también investigador del Ciescoop, destaca que el aporte de la Usach en términos de la economía social es relevante y sustantivo “no solo para nuestros estudiantes y la comunidad que convive dentro del mundo de la economía social, sino que también a nivel país y, de otra forma, también a nivel internacional”.
Añade que “tenemos hoy el único centro especializado en temas de economía social y cooperativas, que es Ciescoop, que ya viene trabajando hace muchísimos años en materias de investigación, docencia, extensión y también asistencia técnica a todo este mundo de empresas sociales que han aparecido y han irrumpido en los últimos años, con mucha fuerza de muchos jóvenes que quieren participar de la producción de bienes y entregar servicios con esta otra mirada”.
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